martes, 5 de octubre de 2010

El efecto de las nuevas tecnologías en el cerebro podría ser una de las mayores amenazas de la humanidad

Susan Greenfield, investigadora de la Universidad de Oxford, ha reavivado el debate sobre las nuevas tecnologías y su impacto al afirmar que sus efectos podrían convertirse en la mayor amenaza para la raza humana después del cambio climático. Por ello, ha pedido a los gobiernos y a las empresas privadas que unan fuerzas para investigar qué efectos producen los videojuegos, internet y las redes sociales en el cerebro, según ha publicado The Guardian.

Los cambios mentales a los que Greenfield se refiere serían el resultado de pasar un tiempo prolongado delante del ordenador, aunque muchos científicos afirman que todavía es demasiado pronto para determinar que estos cambios puedan suponer una amenaza real.

"Tenemos que reconocer que es un problema, en lugar de esconderlo. Tenemos que admitir que se está produciendo un cambio sin precedentes en nuestras vidas y tenemos que entenderlo, tanto si es bueno como si es malo", declaró Greenfield. Y es que todo lo que hacemos provoca cambios en nuestros cerebros, y cuanto más se repita una acción, más cambios a largo plazo podrán observarse como consecuencia de ella. Lo que todavía no ha podido determinarse es la influencia que tienen las nuevas tecnologías y las consecuencias que esto podría provocar en nuestro cerebro.

Para Greenfield, se trata de un problema tan importante como el cambio climático porque, aunque no supone una amenaza para la existencia de la raza humana "la calidad de nuestra existencia está amenazada". Aunque también reconoce que las nuevas tecnologías tienen efectos beneficiosos, como el aumento del coeficiente intelectual y de la capacidad de asimilación de la información. Pero, por otro lado, el uso de los motores de búsquedas para cualquier cosa, por ejemplo, puede mermar la capacidad de aprendizaje de las personas. "Tenemos que tener mucho cuidado con el precio que podríamos estar pagando, que las cosas que se están perdiendo no superan las ganadas".

Sarah-Jayne Blakemore, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Londres, coincide con Greenfield al afirmar que es necesario realizar más investigaciones en torno a los efectos que tiene la tecnología en el cerebro. "No sabemos nada sobre cómo un cerebro en desarrollo puede verse influenciado por los videojuegos o las redes sociales. Sólo podremos saber la importancia del problema una vez que los estudios empiecen a ofrecer datos. Hasa ahora, la mayoría de los estudios sobre los efectos de los videojuegos en el cerebro se han hecho con personas adultas y, aunque parezca sorprendente, han mostrado efectos positivos en muchas habilidades cognitivas", declaró Blakemore.

Maryanne Wolf, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Tufts en Massachusetts, añade además que los circuitos se afinan leyendo libros y pensando sobre su contenido y esto es algo que podría perderse a medida que la gente utiliza cada vez más los ordenadores. "Lleva tiempo pensar en profundidad sobre una información y estamos acostumbrándonos a pasar en seguida a la siguiente distracción. Me preocupa que los circuitos que nos permiten la habilidad de la lectura se atrofien en los adultos y no se formen del todo en los jóvenes", declaró.


Fuente: www.marketingdireto.com

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